lunes, 24 de junio de 2013

Sigmund Freud

“Mira en tu interior, examina tu futuro interno, aprende a conocerte primero”


La teoría de Freud parte del postulado de que todos nacemos con impulsos sexuales y agresivos. Para ello, reconoce dos principios fundamentales que son el eros (placer de la vida) y el tanathos (la agresión y la muerte). Freud estudia principalmente el inconsciente y los impulsos de las personas. Para él, la estructura de la mente está dividida en tres niveles:
  • El inconsciente: Comprende todos aquellos impulsos y deseos reprimidos de los cuales no nos damos cuenta y se pueden manifestar por lapsus, sueños u olvidos.
  •  El preconsciente: Comprende tanto el inconsciente como el consciente.
  • El consciente: Son todas aquellas sensaciones y experiencias de las cuales nos damos cuenta.
Asimismo, dividió la estructura de la personalidad en tres partes o sustratos: el ello (no tiene contacto con la realidad, en él opera el principio del placer y es primitivo y desorganizado), el ego (se encuentra en contacto con la realidad y controla y dirige los instintos) y superego (aspecto moral de la personalidad). Podemos identificar cada estructura en el siguiente ejemplo:
Supongamos que una persona le atrae sexualmente. En este caso, el ello le va a pedir satisfacer de inmediato sus deseos sexuales, pero     choca con el superego (a quien la idea de sexo le parece escandalosa). El ello dice:"¡Ataca!". El superego responde: "¡Jamás vuelvas a pensar en esto!". Y el yo dice: "¡Tengo un plan!". (Coon y Mitterer, 2010)
Por otro lado, Freud estudió los mecanismos de defensa entre los que reconoció la represión (se excluye de la consciencia los impulsos y deseos inaceptables), formación reactiva (se expresan emociones o ideas exageradas que son contrarias a lo que uno realmente siente o piensa), desplazamiento (se traslada los impulsos hacia otra persona), fijación (la persona se queda estancada en una etapa psicológica), regresión (la persona retorna a una etapa psicológica anterior), proyección (percepción en los demás de sentimientos inaceptables "lo que quiero para mi o lo que siento, lo proyecto en el otro"), introyección (se incorporan cualidades de otras personas) y sublimación (se reprimen deseos sustituyéndolos por conductas aceptables socialmente). Estos mecanismos son una reacción normal y universal que llevados al extremo conducen a  comportamientos compulsivos, repetitivos y neuróticos.
Otro de los importantes aportes freudianos son las fases de desarrollo psicosexual: oral (en la que el bebé encuentra placer en la boca, labios y lengua lactando del pecho de la madre), anal (el niño encuentra placer en la eliminación de esfínteres), fálica (el niño reconoce sus genitales y desarrolla un marcado apego al padre del sexo opuesto lo que se conoce como "Complejo de Edipo"), latencia (cuando el niño no tiene especial interés en el otro sexo) y genital (caracterizada por la sexualidad madura en el adulto).

Finalmente, podemos reconocer a Freud como el principal teórico que empezó a darle una forma más estructurada a la personalidad para su estudio, poniendo énfasis en el inconsciente y en el mundo interno de la persona. Para él, nuestra personalidad está constituida por aquellas ideas, pensamientos y sentimientos de los que no tenemos conciencia, identificando el instinto agresivo y sexual como aquellos que impulsan nuestra conducta. Asimismo, divide a la mente en inconsciente, preconsciente y consciente; los cuales están regidos por nuestra estructura de la personalidad: el ello, el superyó y el yo. Por otro lado, lo que más se le critica a Freud es el hecho de que le daba demasiada importancia a la sexualidad, no tomaba mucho en consideración a las mujeres dentro de sus teorías y se basaba más en su observación y apreciación subjetiva de sí mismo y de sus pacientes, por lo que no se podría considerar “totalmente científico”. En cierta forma, el Psicoanálisis es vigente en nuestros días ya que hay psicólogos que aun toman las ideas y planteamientos que introdujo Freud para explicar el comportamiento de las personas.

Anna Freud

"Siempre busqué en mi exterior la fuerza y la confianza, pero están provienen del interior. Están ahí todo el tiempo"


La teoría de Anna Freud se centra en los hallazgos de Sigmund Freud. Mientras que su padre trabajaba analizando el inconsciente de los adultos, Anna realiza sus exploraciones haciendo trabajo psicoterapéutico con niños y adolescentes. El enfoque a la psicología del yo que realiza Anna, amplía aquellos conceptos del psicoanálisis clásico cuando incluye la manera cómo es que el yo tiene la capacidad e iniciativa para afrontar el medio en el que se desenvuelve, estos son llamados defensas del yo o mecanismos de defensa. Entre ellos se reconoce la represión, negación, ascetismo, proyección, renuncia altruista, desplazamiento, volverse contra el yo, formación reactiva, sublimación, identificación con el agresor, aislamiento, deshacer y regresión. Algunos de sus aportes adicionales fueron el perfil metapsicológico de un niño y las seis líneas temporales del desarrollo.


Por último, podemos decir que Ana Freud fue quien le dio una mejor estructuración a la teoría psicoanalítica iniciada por su padre; así como también hizo un análisis mucho más detallado de los mecanismos de defensas del yo. Ana realizó importantes aportes a la psicología del adolescente identificando en ellos algunos mecanismos de defensa como el aislamiento y la intelectualización que explicaban su manera particular de tener conductas contradictorias. Por otro lado, dentro de las limitaciones de su teoría, se encuentra que no proporcionó una base empírica ya que muchos de sus conceptos necesitaban comprobación.

Carl Jung

"Mi vida es un caso de la autorrealización del inconsciente. Todo lo que hay en él busca su manifestación externa, y la personalidad también desea evolucionar para salir de sus estados inconscientes"


La teoría de Jung señala que las personas muestran dos actitudes hacia el mundo: una es la introversión (cuando la persona es reflexiva y se interesa por sus propios sentimientos) y la otra es la extroversión (cuando la persona prefiere el mundo exterior y estar en contacto con la sociedad). No hay introvertido ni extrovertido puro pues cada persona tiene características de ambos en mayor o menor medida. Jung dice que la mente humana tiene ciertos pensamientos que dan lugar a imágenes mentales o representaciones que hacemos para responder al mundo a lo que llama "arquetipos". Para él, la estructura de la personalidad está formada por la persona (es el "yo público" o la máscara que se presenta a los demás), el yo (que es la parte consciente), el self (centro de la personalidad que contiene el consciente y el inconsciente), la sombra (aspectos desagradables que no van con la persona) y el anima o animus (el primero viene a ser la expresión de rasgos femeninos en un hombre y el segundo es la expresión de rasgos masculinos en una mujer). Jung distingue cuatro funciones psicológicas fundamentales: El pensamiento (¿qué es lo que significa?), el sentimiento (¿qué valor tiene?), la sensación (¿qué es lo que percibo y experimento?) y la intuición (¿qué es lo que va a suceder?). Así como Freud habla del inconsciente, Jung lo llama inconsciente personal (donde están aquellos recuerdos dolorosos reprimidos) y agrega un nuevo elemento al cual denomina inconsciente colectivo que  es un almacén de las experiencias de la humanidad que se transmiten a cada individuo por herencia psicológica y biológica. 

En conclusión, vemos que Jung enfatiza su estudio en el papel que tiene el inconsciente en la conducta de las personas pero también nos habla del consciente. Nos dice que las personas podemos tener dos actitudes frente al mundo: ser extrovertidos o introvertidos. Asimismo, introduce el concepto de arquetipos o formas de pensamientos a través de imágenes o representaciones mentales para enfrentarnos al mundo; dentro de los arquetipos que nos menciona están la persona, el ánima y el ánimus. Además, Jung cree que el inconsciente consta de dos componentes: el inconsciente personal y el colectivo. A Jung se le critica mucho el misticismo y simbolismo que añade a su teoría, lo que para algunos psicólogos no resulta válido; sin embargo, es muy interesante la manera cómo explica el inconsciente colectivo que puede tener una cultura y cómo ello influye en el comportamiento de los individuos.

Alfred Adler

"El objeto del alma es la conquista, la perfección, la seguridad  y la superioridad. Todo niño afronta   tantos obstáculos en la vida que ninguno crece sin luchar por alguna forma de significación"


Adler llamó psicología individual a su enfoque porque se centra en la singularidad de cada individuo. Él parte de la premisa de que todos nacemos con un complejo de inferioridad, y que parte de ello se debe a nuestras limitaciones personales o  nuestra condición física cuando ésta es muy débil. Adler nos dice que hay dos tipos de complejos de inferioridad: el moderado (cuando uno se propone una meta para superarse) y el profundo (cuando la persona se queda estancada y no hace nada por cambiar la situación). Es a partir del complejo de inferioridad que se desarrolla el complejo de superioridad, que también se divide en dos: el positivo (cuando la persona se siente bien pero no lo presume con los otros) y el negativo (involucra un daño a la otra persona. Ej.: los agresores en el bullying). Para Adler, todos luchamos por la superioridad pero cada uno trata de compensar sus limitaciones y elije un camino distinto para hacerlo, esto es a lo que se conoce como estilos de vida (ya sean buenos o malos). Adler reconoce de entre los malos a los tipos evasivos (no les importa los demás, sólo ellos mismos), a los tipos gobernantes (les gusta mandar y son manipuladores) y a los tipos de quien consiguen (que dependen muchos de otras personas y si estas los dejan, se deprimen). Y considera como un estilo de vida bueno a los tipos socialmente útiles (los poetas y artistas). Adler decía  que el genero propio de los hermanos, la diferencia de edades que hay entre ellos y, sobretodo, el orden de nacimiento es una influencia  social muy importante en la niñez, a partir del cual se crea el estilo de vida. Los primogénitos están orientados al pasado, tienen una actitud pesimista ante el futuro, quieren mantener el orden y la autoridad a toda costa. Los segundos hijos compiten con el primogénito y tienden a ser ambiciosos.  Los últimos hijos, impulsados por la necesidad de superar a los hermanos mayores, tienden a destacar. Los hijos únicos maduran antes, pero suelen sufrir en la escuela cuando dejan de ser el centro de atención.

En conclusión, Adler realizó importantes aportes a la Psicología individual  reconociendo en cada persona un complejo de inferioridad el cual también puede desarrollarse como un complejo de superioridad. Además reconoció estilos de vida buenos y malos (tipos evasivos, tipos gobernantes, tipos de quien consiguen y tipos socialmente útiles) que representan aquellas orientaciones que tenemos para compensar nuestras limitaciones. Por último, identifica el orden del nacimiento como un factor importante para el desarrollo de nuestra personalidad, esto quiere decir que ciertas características marcan tu personalidad si eres el hijo primogénito, el segundo hijo, el último hijo o el hijo único. Para Adler, todos tenemos complejo de inferioridad y tenemos una tendencia innata hacia la perfección.

Donald Winnicott

“Es en el juego y sólo en el juego que el niño o el adulto como individuos son capaces de ser creativos y de usar el total de su personalidad, y sólo al ser creativo el individuo se descubre a sí mismo”


Winnicott planteó su teoría basado en la premisa de que el desarrollo emocional del niño depende de la unidad madre-lactante, es decir que el desarrollo de la personalidad depende del vínculo que se da entre la madre y el hijo durante los primeros meses de vida. Winnicott realizó sus principales aportes en el ámbito infantil al utilizar el juego como método de evaluación diagnóstica, y de esta manera observaba a los bebés realizando ciertas tareas para que pueda determinar la personalidad no solo del bebé sino también de la madre (alguno de estos juegos eran el garabato, la espátula y el niffle). Asimismo, Winnicott reconoce tres etapas en el desarrollo de la personalidad llamadas sostenimiento (en la que el bebé es sostenido emocionalmente por la madre y se crea una dependencia absoluta, mejorando la integración), manipulación (en la que se crea una dependencia relativa y ayuda a la personalización del bebé) y presentación del objeto (donde se mejora la relación del niño con los objetos y hay mayor independencia). Para esto, Winnicott nos habla del verdadero self como la capacidad para expresar libremente nuestras emociones y que se da de manera espontánea y creativa cuando se establece bien los vínculos en la primera infancia; pero cuando una madre no es lo suficientemente buena, se genera con mayor intensidad un falso self que viene a ser aquella “máscara” que mostramos al mundo exterior. 

En conclusión, Winnicott reconoce la importancia de la unidad madre-lactante para la formación de la personalidad. De esta manera, reconoce tres etapas en la formación de esta: el sostenimiento, la manipulación y la presentación del objeto. Asimismo, nos habla de las personas que muestran su verdadero self como aquellas que se muestran sus emociones libremente y aquellas con un falso self que no se muestran tal y como son. Finalmente, dentro de las limitaciones, podemos encontrar que sus planteamientos no eran totalmente verificables puesto que los bebés al no poder verbalizar lo que sienten, sólo se podía deducir acerca de lo que “podría” estar pasando entre el niño y su entorno, y esto era lo que Winnicott hacía basándose en sus propias inferencias a partir de sus observaciones.

Melanie Klein

“Al comienzo era el pecho. El sujeto era el pecho, el sujeto no vive sino por el pecho, siendo el pecho, pero el bebé corre el riesgo de ser aniquilado por el pecho, o cuando el pecho no está presente, como sujeto desaparece”


Melanie Klein, psicoanalista austrica, nos dice que todos nacemos con dos impulsos: el instinto de muerte y el instinto de supervivencia. Ella menciona que la agresión es un impulso sexual que se forma en los primeros meses de vida y que el instinto de muerte se pone de manifiesto en las fantasías de los niños. Por otro lado, Klein identifica dos actitudes o posiciones que manifiesta un bebé: La esquizo-paranoide y la depresiva. La primera de ellas ocurre entre los 3 a 4 meses de vida y se caracteriza porque el bebé considera a su madre como un objeto parcial, diferenciando entre el pecho bueno y el pecho malo. Es así que el niño se siente perseguido por el pecho y demuestra su ansiedad mediante la agresividad, ya sea mordiendo, pateando o con alguna otra conducta. La segunda actitud se da entre los 4 a 6 meses de vida y se caracteriza porque el bebé reconoce a su madre como un objeto total y un ente totalmente diferente a él. A partir de ello, el  niño tiene sentimientos de culpa por haber querido destruir aquello que lo llena de satisfacciones.
Los mecanismos de defensa que menciona Melanie Klein son:
  • La introyección: El niño trata de  incorporar objetos buenos o malos
  • La proyección: Los niños la utilizan para liberarse de aquellos objetos buenos y malos que introyectan.
  • La división: Puede ser positiva al permitirles reconocer sus aspectos buenos y malos. También puede ser negativa pos excesiva y no deja que los niños reconozcan aquellos malos aspectos.
  • La identificación proyectiva: Los niños separan partes inaceptables de sí mismos, las proyectan sobre otros objetos y finalmente las introyectan dentro de sí mismos en forma modificada.

Adicional a todo ello, Klein también habla sobre los complejos de Edipo tanto femenino como masculino, en el que nos dice que las niñas fantasean con el pene de su padre y que los niños lo hacen con los senos de su madre. 

Como podemos ver, la teoría objetal de Klein parte de las ideas de Freud hablando de impulsos (de muerte y de supervivencia) y de mecanismos de defensa (introyección, proyección, división e identificación proyectiva); pero su estudio lo realiza en bebés. De esta manera, a través de observaciones ella reconoce dos actitudes que manifiesta un bebé: la esquizo-paranoide y la depresiva, cuando puede reconocer como "objeto" a aquel pecho bueno o malo  de su madre. Entre las limitaciones de Klein, se encuentra que esta teórica sólo leyó a Freud y ya se conoce que las teorías freudianas reciben muchas críticas porque se le da mucha importancia a lo sexual. Además, Klein basa sus planteamientos a partir de las observaciones que hacía de los bebés, y esto puede resultar ser muy subjetivo y poco verificable porque se tratan de inferencias y deducciones.

Karen Horney

« El verdadero mal siempre es la ausencia de afecto y de un amor verdadero » 


Karen Horney desarrolló mucho lo que es la Psicología Femenina, oponiéndose a Freud quien decía que la mujer le tenía envidia al pene. Para Horney, la mujer envidia los privilegios que se les otorgan a los hombres y muchas tienen complejo de masculinidad pues desean en el fondo ser hombres. Además, ella creía que las mujeres están en la constante búsqueda del “hombre ideal”. Por otro lado, nos dice que los hombres tienen envidia al útero de la mujer por el hecho de que pueden dar vida. Otro de los principales y más importantes aportes de Horney, es su estudio en la neurosis: Los factores culturales y sociales influyen mucho en las primeras experiencias de la infancia y cuando uno no ha recibido el suficiente cariño y amor en esta etapa, se genera hostilidad básica a los padres y a la sociedad (resentimiento). Esto hace que la ansiedad básica (sentimiento de estar solo e indefenso en el mundo) se incremente, desencadenando en la neurosis. Cuando un niño es consciente de que debe reprimir su hostilidad básica para que sus padres no le quiten el cariño, se generan esfuerzos compulsivos e indiscriminados para “sobrevivir” en un mundo hostil a los que se les denominó necesidades neuróticasEstas son: De afecto y aprobación, pareja estable, límites estrechos, poder, explotar a los demás, reconocimiento, admiración personal, logro personal, autosuficiencia y perfección. Asimismo, se reconocen tres tendencias neuróticas: Acercarse a la gente (personalidad complaciente), ir en contra de la gente (personalidad agresiva) y alejarse de la gente (personalidad desapegada). Karen Horney reconoce también dentro de la estructura de la personalidad al self real y al self ideal. El self real es aquello que uno verdaderamente es, mientras que el self ideal es aquello que uno desearía ser. El conflicto de ambos selfs desencadena la creación de otro llamada el self despreciado que se forma a partir de las evaluaciones negativas que los otros hacen de uno mismo. En una persona sana, el self real es el que prevalece y busca la autorrealización (deseo de cumplir metas y de lograr lo que se quiere); mientras que en una persona neurótica, hay un conflicto entre el yo ideal y el yo despreciado pues siempre está buscando aquello que no es.

Como podemos ver, encontramos en Horney a la primera de las teóricas que le da especial énfasis a la psicología femenina, en total oposición a Freud, diciendo que la mujer no tiene envidia al pene sino a los privilegios que el hombre posee dentro de la sociedad. Además, ella empieza a estudiar la neurosis de manera más detallada. Para Horney, hay factores sociales y culturales que influyen en nuestras primeras experiencias y si en un niño estas experiencias no han sido adecuadas y no se ha suplido las necesidades de afecto, de aprobación, de amor y comprensión; puede desencadenar en una neurosis posterior. Y como se mencionó, ella clasifica diez principales necesidades neuróticas, cuyas tendencias o "soluciones" son: alejarse de las personas, ir en contra de la gente o acercarse a la gente. Finalmente, dentro de las limitaciones de su teoría, se encuentra que se basó en observaciones de casos clínicos que probablemente no sean totalmente generalizables.

Erich Fromm

“El bien y el mal no existen si no hay libertad para desobedecer”

A partir de Erich Fromm, se le empieza a dar a la Psicología un enfoque humanista. Él nos plantea primordialmente las necesidades humanas que todos poseemos, entre las cuales reconoce:
  • Relación: Como aquel instinto de unión con el otro, no necesariamente de pareja sino también la relación  con el entorno. Puede prevalecer la sumisión y el poder (lo que favorece una relación simbiótica) y el amor (cuando dos personas se hacen una sin dejar de ser dos, caracterizado por  responsabilidad, el respeto, el cariño y el conocimiento mutuo)
  • Trascendencia: Como aquel anhelo que tenemos por sobresalir ya sea de manera positiva o negativa.
  • Arraigo: Descrito como aquel sentimiento de pertenencia a un lugar o de que el mundo es nuestro hogar y aquella necesidad de echar raíces.
  • Sentido de identidad: La capacidad de tomar consciencia de uno mismo reconociéndonos como entidades independientes.
  • Marco de orientación: Aquella necesidad de dirigir nuestros objetivos hacia alguna meta o propósito (orientación al logro)

Fromm también nos menciona ciertos mecanismos de huida que las personas emplean cuando no quieren alcanzar aquellas necesidades antes mencionadas:
  • Autoritarismo: Renunciamos a nuestra libertad fusionándonos con otros. Puede manifestarse a través del masoquismo (se recibe la influencia del poder prevaleciendo la debilidad e inferioridad) o del sadismo (es más neurótico y dañino ya que implica sufrimiento físico, psicológico y explotación)
  • Destructividad: Mecanismo que buscar recuperar  los sentimientos de poder perdidos.
  • Conformidad: Consiste en hacer lo que la otra persona quiere que hagamos.
De esta manera, Fromm nos habla de una libertad positiva como forma de expresión plena y espontánea  que se muestra a través del amor y del trabajo activo.

Por otro lado, reconoce las orientaciones de carácter, las cuales clasifica en:
  • Orientaciones improductivas: Aquellas estrategias que emplean las personas para obtener algo y establecer relaciones consigo mismas y con los demás. Estas a su vez pueden ser: Orientación Receptiva (aquellos que prefieren recibir más que dar), Orientación Explotadora (aquellos que arrebatan lo que quieren de manera agresiva), Orientación Acaparadora (aquellos que buscan conservar lo que tienen a toda costa) y Orientación Comercial (se valoran por lo que los demás quieren de ellos).
  • Orientaciones productivas: Aquellas estrategias que permiten alcanzar la libertad positiva y la realización continua, ésta a su vez tiene tres dimensiones: Amor (se busca el bienestar de los demás y el de ellos mismos), Trabajo (medio de expresión creativa la cual se usa como medio de sustento) y Pensamiento (que es motivado por los interés de la persona) 
En conclusión, es a partir de Fromm desde donde se da otro enfoque a la Psicología dejando de lado el consciente e inconsciente y poniendo más interés en las necesidades de las personas. Fromm se interesa mucho por el concepto de "libertad" como aquello que todos buscamos; de esta manera, reconoce entre las necesidades humanas a la relación, trascendencia, arraigo, sentido de identidad y marco de orientación. Cuando las personas tienen miedo a alcanzar esas necesidades, surgen los mecanismo de huida (autoritarimo, destructividad y confirmidad). Fromm también reconoce orientaciones que tenemos de nuestro caracter, ya sean improductivas (que buscan conseguir siempre algo de los demás) o productivas (que buscan alcanzar la libertad).

Erick Erickson

“Los niños sanos no temerán a la vida si sus mayores tienen la suficiente integridad para no temer a la muerte”

La teoría de Erickson le da especial preferencia al yo y reconoce el efecto que la cultura, la sociedad y la historia tienen en la personalidad. Para Erickson, el ego es un ente organizador en parte inconsciente que integra aquellas experiencias conscientes con entidades del pasado (unifica experiencia). Asimismo, el ego posee tres componentes: El ego corporal, el ideal del ego y la identidad del ego (imagen que tenemos de cada rol). 
Según Erickson, el desarrollo se rige por un principio epigenético, es decir, una etapa depende de las fuerzas genéticas pero el entorno contribuye a determinar si se realizan o no. Las fases del desarrollo psicosocial son:
  • Lactancia (del nacimiento a un año de edad): Etapa oral-sensorial en la que se aprende a confiar o a desconfiar. Esta etapa nos da como fuerza básica la esperanza.
  • Primera Infancia (de uno a tres años): Etapa muscular-anal en la que se enfrenta la autonomía y la vergüenza. Si se supera esta crisis, se desarrolla la voluntad como capacidad para la autoexpresión. 
  • Edad del juego (de tres a cinco años): Etapa locomotora-genital en la que se enfrentan la iniciativa y la culpa. Si se supera esta crisis, se desarrolla la búsqueda de objetivos.
  • Edad escolar (de seis a 12-13 años): Etapa de latencia que produce laboriosidad o inferioridad y la fuerza básica que se desarrolla si se supera es la competencia.
  • Adolescencia (de 12 a 18 años): Etapa en la que se construye la identidad del yo (periodo de la crisis de identidad), que lleva a la cohesión de la identidad o a la confusión de roles. Si se supera esta crisis se desarrolla la fidelidad.
  • Adultez joven (19 a 30 años): Se puede producir intimidad o aislamiento. La fuerza básica que debe desarrollarse en esta etapa es el amor.
  • Adultez (de 31 a 60 años): Etapa en la que se asumen responsabilidades. Se origina la generatividad (creación de nuevos seres) o el estancamiento. 
  • Vejez (de 60 años en adelante): En esta etapa, la persona disfruta de nuevas sensaciones. En la crisis se encuentra enfrentada la integridad del yo y la desesperación. Si se supera, surge la sabiduría.

De esta manera, vemos que Erickson nos dice que cada fase del desarrollo psicosocial tiene sus etapas de crisis las cuales debemos superar porque si ello no sucede, a medida que crezcamos, iremos acumulándolas y afectaría necesariamente nuestra personalidad en adelante. Finalmente, dentro de sus limitaciones podemos encontrar que considera que si cada persona no supera su crisis en la etapa adecuada, no podrá hacerlo más adelante. Esta idea resulta ser algo radical y poco esperanzadora para aquellos que creen en que las terapias que existen en la actualidad los ayudarán a superar ciertas dificultades de cuando eran muy pequeños o que por lo menos los harán desarrollar nuevas habilidades para "reforzar" su personalidad.

Abraham Maslow


“Igual que el árbol necesita la luz del sol, el agua y la comida, así la mayoría de las personas necesitan amor, seguridad y otras gratificaciones de necesidades básicas que solamente pueden venirles de afuera. Pero una vez que estas satisfacciones externas se consiguen, una vez que las deficiencias internas se ven saciadas por los satisfacientes externos, es cuando empieza el verdadero problema del desarrollo humano individual, es decir, de la autorrealización”


Maslow inicia su teoría considerando a la persona como un todo integrado que funciona a base de motivos o necesidades que debe satisfacer para llegar como meta a la autorrealización (fin máximo). A través de esta premisa Maslow desarrolló la conocida pirámide de necesidades básicas la cual consta de 5 niveles que explican el comportamiento humano. De acuerdo con la pirámide Maslowviana, las cinco necesidades comenzando por la base de la pirámide son:

  • Necesidades fisiológicas: Hambre, sed, sueño, sexo, supresión de dolor, respirar etc. De estas necesidades depende la supervivencia del individuo y deben ser las primeras en satisfacerse.
  • Necesidades de seguridad: Seguridad y protección.
  • Necesidad de aceptación social: Afecto, amor, pertenencia y amistad.
  • Necesidades de autoestima: éxito, prestigio, logro, estatus, fama.
  • Necesidades de autorrealización: Lo que uno es capaz, autocumplimiento, crecimiento personal.
Maslow también nos habla de necesidades neuróticas y estéticas. Las neuróticas son nocivas porque bloquean a las personas e, incluso, pueden hacer que las personas no sean conscientes de sus signos  vitales.  Maslow nos dice que la neurosis no debe considerarse como una enfermedad sino como una disminución humana. Por otro lado, las necesidades estéticas están relacionadas con el deseo extremo de orden y de belleza.
Finalmente, nos habla de una personalidad creativa como aquella capacidad que las personas tienen para solucionar sus problemas desde diversos enfoques y también son capaces de metamotivarse.

En conclusión, la teoría humanista de Maslow nos habla de necesidades de déficit que tienen las personas como las fisiológicas, de seguridad, de aceptación social y de autoestima; pero también nos habla de las necesidades de ser de la autorrealización, que viene a ser la "cúspide" de nuestras necesidades en donde buscamos trascender. Si no satisfacemos las necesidades de déficit que se encuentran en escalones inferiores, no podremos alcanzar las necesidades de ser. 

Fritz Perls

“Yo soy Yo, Tú eres Tú. Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas. Tú no estás en este mundo para cumplir las mías. Tú eres Tú, Yo soy Yo. Si en algún momento o en algún punto nos encontramos, será maravilloso. Si no, no puede remediarse. Falto de amor a Mí mismo cuando en el intento de complacerte me traiciono. Falto de amor a Ti cuando intento que seas como yo quiero. En vez de aceptarte como realmente eres.Tú eres Tú y Yo soy Yo.”


La teoría de Perls  se basa en los principios de la Gestalt, es decir se enfocaba en que la naturaleza humana se organiza en  formas o totalidades. Los principios fundamentales para su teoría se basan en la unidad de la mente y el cuerpo y son:

  • El aquí y el ahora: Es aquella percepción del individuo en el presente y no en el pasado o futuro.
  • Figura o fondo: Describiendo a la figura como un comportamiento (lo que uno observa) y al fondo como al significado de este.
  • Insight: Es la capacidad que tiene una persona para reconocer su problema sin que nadie se lo diga.
Fritz Perls también hace mención a la neurosis pero no la considera una enfermedad sino como un estado de desequilibrio y como un síntoma de maduración incompleta. Esta neurosis, tiene cuatro capas principales: la capa de clichés o estereotipos (cuando la persona tiene un rol), la capa fóbica (es la representación del rol en la que la persona tiene miedo a descubrirse), la capa de impasse (cuando la persona se queda atascada, no se arriesga a intentar y no asume responsabilidades), capa de muerte (cuando las personas realizan tareas cotidianas que no les causa ninguna sensación) y capa de la explosión (cuando la persona no controla aquello que siente). Asimismo, se habla de mecanismos neuróticos dentro de los cuales están: la introyección (cuando se incorpora actitudes o comportamientos que no son nuestros), la proyección (cuando se hace responsables a otros de aquello que se origina en nosotros mismos), la confluencia (no hay sentido de identidad pues se pierde con el entorno) y la retroflexión (cuando se echan la culpa a ellos mismos de lo que sucede en su entorno)

En conclusión, la teoría guestáltica de Perls nos da un enfoque totalmente diferente a las anteriores teorías, pues busca que la persona confronte su problema. Así, Perls nos habla de principios fundamentales para esta teoría como la figura/fondo (se da mucha más importancia al fondo de las situaciones) y la capacidad de insight (la persona debe darse cuenta de su problema por sí sola). También se menciona a la neurosis pero no como una patología sino como un estado en el que la persona no tiene un equilibrio ni una correcta interacción con su medio.  Dentro de las limitaciones que podemos encontrar en este tipo de terapia guestáltica, encontramos que no se puede aplicar a aquellas personas que no tienen una alta capacidad de insight, por lo que resulta poco generalizable. 


Conclusiones

Podemos concluir que cada una de las teorías anteriormente mencionadas han aportado mucho al estudio de la personalidad, de esta manera cada autor le ha proporcionado nuevos conceptos y diferentes perspectivas a la explicación del comportamiento de las personas a pesar de tener ciertas limitaciones. Desde las teorías influenciadas por Freud, representadas por Ana Freud, Jung, Adler, Winnicott, Klein, Horney, Fromm y Erickson; se considera que la conducta se rige por impulsos internos que forman parte del inconsciente y esto explicaría el por qué a veces nos comportamos de manera que ni nosotros mismos entendemos. Para ellos, las primeras experiencias de la infancia y la interacción con el entorno determinan nuestra personalidad. Estas teorías influenciadas por el Psicoanálisis son criticadas porque, en su mayoría, se basan en relatos o estudios ideográficos lo que las puede hacer poca verificables y comprobables experimentalmente al no estar libres de "inferencias" de los propios autores. Por otro lado, la teoría humanista  representada principalmente por Abraham Maslow, nos dice que la persona no se limita a solucionar ni a manejar conflictos ocultos e internos, sino que pone especial énfasis en el potencial que tenemos para crecer como personas, así como para autorrealizarnos. Dentro de estas teorías, es difícil poder verificar científicamente e, incluso, puede parecer muy "optimista" la visión que se tiene de la persona; considerando que son muy pocos aquellos que llegan a desarrollar su potencial al máximo. Finalmente, se encuentra la teoría guestáltica cuyo representante es Frits Perls. Esta teoría se enfoca netamente en el presente y en la figura-fondo de las situaciones, dándole mayor importancia al significado de un comportamiento; pero para ello la persona necesita tener capacidad de insight, lo que no muchos tienen. Como sabemos,  nada en psicología es cien por ciento seguro, por lo que aquellas explicaciones del comportamiento del ser humano han quedado en teorías; válidas en su mayoría porque son explicativas, se acercan a la realidad y han sido sometidas a pruebas. 


Referencias bibliográficas



Schultz, D.P. (2002) Teorías de la Personalidad. Madrid: Paraninfo

Feist, J (2007). Teorías de la Personalidad. Madrid: Mc Graw-Hill

Cloninger, S. (2002) Teorías de la Personalidad. Madrid: Pearson Educación 

Fadiman, J. y Fraget, R. (2001). Teorías de las Personalidad. México D.F.: Alfaomega Grupo Editor

Coon, D. y Mitterer, J. (2010). Psicología General. México D.F.: Cengage Learning Editores