“Mira en tu interior, examina tu futuro
interno, aprende a conocerte primero”
La teoría de Freud parte del postulado de que
todos nacemos con impulsos sexuales y agresivos. Para ello, reconoce dos
principios fundamentales que son el eros (placer de la vida) y el tanathos (la
agresión y la muerte). Freud estudia principalmente el inconsciente y los
impulsos de las personas. Para él, la estructura de la mente está dividida en
tres niveles:
- El inconsciente: Comprende todos aquellos impulsos y deseos reprimidos de los cuales no nos damos cuenta y se pueden manifestar por lapsus, sueños u olvidos.
- El preconsciente: Comprende tanto el inconsciente como el consciente.
- El consciente: Son todas aquellas sensaciones y experiencias de las cuales nos damos cuenta.
Asimismo, dividió la estructura de la
personalidad en tres partes o sustratos: el ello (no tiene contacto con la
realidad, en él opera el principio del placer y es primitivo y desorganizado),
el ego (se encuentra en contacto con la realidad y controla y dirige los
instintos) y superego (aspecto moral de la personalidad). Podemos identificar cada estructura en el siguiente ejemplo:
Supongamos que una persona le atrae sexualmente. En este caso, el ello le va a pedir satisfacer de inmediato sus deseos sexuales, pero choca con el superego (a quien la idea de sexo le parece escandalosa). El ello dice:"¡Ataca!". El superego responde: "¡Jamás vuelvas a pensar en esto!". Y el yo dice: "¡Tengo un plan!". (Coon y Mitterer, 2010)
Por otro lado, Freud estudió los mecanismos de defensa entre los que reconoció la represión (se excluye de la consciencia los impulsos y deseos inaceptables), formación reactiva (se expresan emociones o ideas exageradas que son contrarias a lo que uno realmente siente o piensa), desplazamiento (se traslada los impulsos hacia otra persona), fijación (la persona se queda estancada en una etapa psicológica), regresión (la persona retorna a una etapa psicológica anterior), proyección (percepción en los demás de sentimientos inaceptables "lo que quiero para mi o lo que siento, lo proyecto en el otro"), introyección (se incorporan cualidades de otras personas) y sublimación (se reprimen deseos sustituyéndolos por conductas aceptables socialmente). Estos mecanismos son una reacción normal y universal que
llevados al extremo conducen a
comportamientos compulsivos, repetitivos y neuróticos.
Otro de los importantes aportes freudianos son las fases de desarrollo psicosexual: oral (en la que el bebé encuentra placer en la boca, labios y lengua lactando del pecho de la madre), anal (el niño encuentra placer en la eliminación de esfínteres), fálica (el niño reconoce sus genitales y desarrolla un marcado apego al padre del sexo opuesto lo que se conoce como "Complejo de Edipo"), latencia (cuando el niño no tiene especial interés en el otro sexo) y genital (caracterizada por la sexualidad madura en el adulto).
Otro de los importantes aportes freudianos son las fases de desarrollo psicosexual: oral (en la que el bebé encuentra placer en la boca, labios y lengua lactando del pecho de la madre), anal (el niño encuentra placer en la eliminación de esfínteres), fálica (el niño reconoce sus genitales y desarrolla un marcado apego al padre del sexo opuesto lo que se conoce como "Complejo de Edipo"), latencia (cuando el niño no tiene especial interés en el otro sexo) y genital (caracterizada por la sexualidad madura en el adulto).
Finalmente, podemos reconocer a Freud como el principal teórico que empezó a darle una forma más estructurada a la personalidad para su estudio, poniendo énfasis en el inconsciente y en el mundo interno de la persona. Para él, nuestra personalidad está constituida por aquellas ideas, pensamientos y sentimientos de los que no tenemos conciencia, identificando el instinto agresivo y sexual como aquellos que impulsan nuestra conducta. Asimismo, divide a la mente en inconsciente, preconsciente y consciente; los cuales están regidos por nuestra estructura de la personalidad: el ello, el superyó y el yo. Por otro lado, lo que más se le critica a Freud es el hecho de que le daba demasiada importancia a la sexualidad, no tomaba mucho en consideración a las mujeres dentro de sus teorías y se basaba más en su observación y apreciación subjetiva de sí mismo y de sus pacientes, por lo que no se podría considerar “totalmente científico”. En cierta forma, el Psicoanálisis es vigente en nuestros días ya que hay psicólogos que aun toman las ideas y planteamientos que introdujo Freud para explicar el comportamiento de las personas.